¿Cómo puedo vivir con incontinencia?
Mi hijo/a se hace pis
La enuresis diurna y nocturna suele ser un motivo de preocupación para padres e hijos.
Soy adolescente y tengo incontinencia
Seguramente no creías que en la adolescencia se pudiera perder el control de la vejiga o de los intestinos. Sin embargo, la idea de que la incontinencia solo afecta a ciertos grupos de edad es un mito.
Alguien a quien cuido sufre incontinencia
Cuanto más sepas sobre la incontinencia, mejor podrás apoyar a esa persona.
Sufro estrés o ansiedad
No es extraño que la incontinencia te provoque ansiedad. Sin embargo, es conveniente que recuerdes que se trata de un problema muy común y que no es una enfermedad, sino un trastorno. Existen muchos tratamientos que pueden mejorar tu calidad de vida de forma muy importante.
Tengo dificultad para trabajar
Seamos sinceros: la incontinencia puede convertirse en una auténtica pesadilla en el trabajo. La mejor solución es obtener un diagnóstico médico formal que puedas mostrar a tu empleador.
Tengo dificultad para hacer ejercicio
El ejercicio puede desencadenar el movimiento de la vejiga o de los intestinos en las personas que sufren incontinencia por esfuerzo. Sin embargo, como todos sabemos, el ejercicio es un hábito saludable que debe formar parte de un estilo de vida equilibrado.
Tengo dificultad para socializar
La simple idea de salir de la comodidad del hogar e ir a un sitio donde el baño no esté en muy buenas condiciones, asusta. Esto puede limitar enormemente la movilidad y y tu sensación de libertad personal.
Tengo dificultad para mantener relaciones sexuales
Para muchas personas, el sexo es una parte importante de su vida. Lo cierto es que a nadie le gusta estar preocupado por las pérdidas en ese momento, independientemente del tiempo que haga que conoce a la otra persona. Es posible que incluso te hayas negado a mantener relaciones o que las hayas terminado de forma acelerada por miedo a lo que pudiera pasar.
Me preocupa mi alimentación
Los alimentos y las bebidas que ingerimos tienen un gran impacto sobre la incontinencia. Hay ciertos hábitos generales de estilo de vida que puedes adoptar, pero lo más conveniente es que hables con un profesional sanitario, como el médico de cabecera o un nutricionista.