Se denomina incontinencia urinaria a la pérdida de orina en un momento no deseado, o a la necesidad de orinar demasiado recurrente que impide el desarrollo normal de la rutina diaria. También es conocida como IU o incontinencia vesical. Para más información, haz clic aquí.
Se denomina incontinencia fecal a la expulsión de las heces del intestino en un momento no deseado. También es conocida como IF o incontinencia intestinal. Para más información, haz clic aquí.
Se denomina incontinencia de esfuerzo a la expulsión involuntaria de orina. Se produce cuando hay un exceso de presión en la vejiga durante el desarrollo de ciertas actividades. Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen.
Se denomina incontinencia de urgencia a la pérdida de orina ocasional derivada de la imposibilidad de llegar a tiempo ante una fuerte urgencia por ir al baño. Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen.
Se denomina incontinencia por rebosamiento a un trastorno que se produce por expulsar muy poca cantidad de orina de cada vez. Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen.
Se denomina incontinencia mixta a la combinación de los tipos de incontinencia de esfuerzo y de urgencia. Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen.
Se denomina incontinencia funcional a la imposibilidad de llegar a tiempo al baño debido a un problema neurológico como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple (EM). Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen.
Se denomina doble incontinencia a la combinación de incontinencia urinaria (de la vejiga) y fecal (de los intestinos). Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen.
Significa lo mismo que «mojar la cama». Tanto adultos como niños que ya sepan ir al baño son susceptibles de padecerla. Obtén más información acerca de los distintos tipos de incontinencia y los diferentes tratamientos que existen. Si tu hijo o hija moja la cama, puedes buscar más ayuda aquí.
No necesariamente. Existen varios tipos de incontinencia urinaria. La vejiga hiperactiva es solo uno de ellos. Las personas con vejiga hiperactiva sienten una necesidad urgente de ir al baño más a menudo de lo habitual. Este tipo de trastorno está más estrechamente relacionado con la incontinencia de urgencia, otro caso más de pérdidas de orina en momentos no deseados. Aunque es posible padecer ambos trastornos, también pueden presentarse de forma independiente.
Puedes encontrar información más detallada sobre los síntomas de la incontinencia urinaria aquí. Básicamente, a nivel físico son los siguientes:
- Pérdidas de orina durante el desarrollo de actividades rutinarias como levantar peso, agacharse, toser o hacer ejercicio.
- Necesidad fuerte y repentina de orinar de inmediato.
- Pérdidas de orina que se producen sin previo aviso ni urgencia por ir al baño.
- Incapacidad para llegar a tiempo al baño.
- Pérdida de orina en la cama durante la noche.
Puedes encontrar información más detallada sobre los síntomas de la incontinencia fecal aquí. Básicamente, a nivel físico son los siguientes:
- Tener ganas de evacuar pero no ser capaz de aguantarse hasta llegar al baño.
- Expulsar las heces o moco a través del ano sin enterarse.
- Encontrar restos o manchas de heces o moco en la ropa interior.
Hay muchos factores que pueden provocar incontinencia urinaria, o debilidad y problemas en la vejiga. A continuación te indicamos alguno de ellos:
- Debilitación de los músculos del suelo pélvico como resultado de un parto vaginal.
- Condiciones que afectan al sistema nervioso y, por tanto, a la comunicación entre el cerebro y la vejiga: un infarto, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson o lesiones en la médula espinal.
- Defectos de nacimiento en el sistema urinario.
- Lesiones derivadas de un accidente.
- Cierto tipo de medicamentos como antidepresivos, sedantes, diuréticos o relajantes musculares.
- Cierto tipo de procedimientos médicos como la cirugía de próstata.
Hay muchos factores que pueden provocar incontinencia fecal, como el estreñimiento, la diarrea, las lesiones musculares, los daños en el sistema nervioso, una elasticidad reducida, el prolapso rectal, el rectocele o las hemorroides. Para obtener más información, haz clic aquí.
Hay muchos factores que pueden provocar incontinencia intestinal, como el estreñimiento, la diarrea, las lesiones musculares, una elasticidad reducida, el prolapso rectal, el rectocele o las hemorroides. Para obtener más información, haz clic aquí.
Hay muchos factores que pueden provocar la pérdida del control intestinal, como el estreñimiento, la diarrea, las lesiones musculares, los daños en el sistema nervioso, una elasticidad reducida, el prolapso rectal, el rectocele o las hemorroides. Para obtener más información, haz clic aquí.
Es posible que el parto vaginal debilite los músculos del suelo pélvico, lo cual puede provocar incontinencia en algunas mujeres. Sin embargo, existen muchos tratamientos disponibles que pueden ayudar a mejorar este trastorno, como los ejercicios para los músculos del suelo pélvico. Si tienes cualquier preocupación sobre el embarazo y el parto, pide consejo a tu médico.
¡Claro! Como mucha gente no habla de ello, es muy probable que las cifras reales sean mucho mayores que las estimaciones oficiales. Nosotros creemos que cerca de 36 millones de personas en Europa sufren incontinencia urinaria y que 1 de cada 15 adultos sufre incontinencia fecal. Además, el 10 % de los niños de seis años sufren incontinencia urinaria y un 1-3 % de los niños y jóvenes de entre 5 y 17 años manchan de heces la ropa interior. Para obtener más información, haz clic aquí.
¡Para nada! Es cierto que es más probable padecerla a medida que pasan los años, puesto que uno de los factores clave son los cambios que se producen debido a la menopausia y a los problemas de próstata. Sin embargo, eso no quiere decir que te debas resignar a vivir con ella en ninguna etapa de tu vida. De hecho, hay muchos tratamientos disponibles para todas las edades. No obstante, siempre es recomendable que un médico especializado en este tipo de tratamientos evalúe el caso de manera oportuna. ¡Ni siquiera los más jóvenes son inmunes a la incontinencia! Numerosas mujeres presentan síntomas tras el parto y muchos padres afirman que sus hijos se orinan en la cama o manchan la ropa interior con restos de heces. Para más información, haz clic aquí.
Por suerte, hay muchos tratamientos y medicamentos disponibles, tanto para la incontinencia urinaria como para la incontinencia fecal. Echa un vistazo a nuestra sección sobre tratamientos y obtén más información sobre las opciones disponibles.
Los ejercicios para el suelo pélvico, o ejercicios de Kegel, pueden ayudar a fortalecer algunos músculos del suelo pélvico. Al hacerlo, se puede prevenir o tratar tanto la incontinencia urinaria como la incontinencia fecal. Para obtener más información sobre cómo hacer estos ejercicios correctamente, haz clic aquí.
Todos ellos son «productos de cuidado personal» que pueden emplearse como último recurso cuando se padece incontinencia. Las personas con incontinencia no deben resignarse a vivir con este trastorno cuando, en realidad, disponen de numerosas soluciones terapéuticas. Consulta todas las opciones disponibles en nuestra sección sobre tratamientos.
Son productos que suelen utilizar las personas que padecen enuresis nocturna. Mientras que los empapadores desechables son de un solo uso, las fundas protectoras impermeables se pueden lavar y reutilizar. A pesar de resultar prácticos, no son la única opción disponible. Las personas con incontinencia no deben resignarse a vivir con esta trastorno cuando, en realidad, disponen de numerosas soluciones terapéuticas. Consulta todas las opciones disponibles en nuestra sección sobre tratamientos.
En primer lugar, piensa que hay mucha gente a la que le ocurre lo mismo que a ti. La incontinencia es un trastorno muy común que afecta a millones de personas en todo el mundo. En segundo lugar, háblalo con tu médico. Echa un vistazo a los trucos y consejos para preparar tu cita con el médico en la sección ¿Cómo puedo obtener ayuda?. Créenos, te alegrarás de haberlo hecho. Una vez que tengas un diagnóstico, podrás acceder a uno de los numerosos tratamientos disponibles para ayudarte a cambiar tu calidad de vida de forma permanente.
La enuresis nocturna y diurna suele ser motivo de preocupación para padres e hijos. Al tratarse de un problema tan común, te ofrecemos una sección dedicada a ello en la que encontrarás trucos y consejos útiles.
Si te han diagnosticado incontinencia recientemente y aún no has probado ninguno de los tratamientos, puedes hacer algunos cambios sencillos en tu estilo de vida y tu alimentación para lograr que tu vejiga y tus intestinos se mantengan lo más saludables posible. Por supuesto, quien mejor puede ayudarte a tratar a incontinencia es tu médico. Si tienes dudas o preocupaciones acerca de la consulta médica, echa un vistazo a los trucos y consejos de la sección ¿Cómo puedo obtener ayuda?
¡Mucha gente! Si aún no tienes un diagnóstico firme, echa un vistazo a los trucos y consejos para preparar tu cita con el médico en la sección ¿Cómo puedo obtener ayuda? Si ya tienes un diagnóstico, puedes consultar otras secciones de nuestra web, como ¿Qué tipos de tratamientos existen? o ¿Cómo puedo vivir con incontinencia?