Tratamientos quirúrgicos
¿A quién están dirigidos?
¿En qué consisten?
¿Dónde puedo buscar más información?
¿A quién están dirigidos?
- Personas que no notan una mejora significativa con otro tipo de tratamientos para la incontinencia
- Personas con incontinencia urinaria de esfuerzo: procedimientos de cabestrillo, suspensión del cuello vesical
- Hombres con problemas de próstata: resección transuretral de la próstata (RTUP), esfínter urinario artificial, terapia ProACT para hombres
- Personas con incontinencia fecal ocasionada por lesiones en el esfínter anal: esfinteroplastia
- Personas con incontinencia fecal ocasionada por un prolapso rectal: cirugía de prolapso rectal
- Personas con incontinencia fecal ocasionada por hemorroides internas: hemorroidectomía
- Personas con incontinencia fecal severa: colostomía
¿En qué consisten?
Es importante ser consciente de los riesgos que puede comportar la cirugía para tratar la incontinencia y hablar detenidamente con un médico sobre todas las opciones disponibles. Entre los riesgos puede incluirse un aumento de la posibilidad de padecer:
- Incontinencia urinaria a largo plazo
- Problemas temporales o permanentes para orinar o vaciar la vejiga
- Vejiga hiperactiva que desencadene una incontinencia de urgencia
- Prolapso del órgano pélvico
- Infección del tracto urinario
- Dolor pélvico o durante las relaciones sexuales
Los procedimientos de cabestrillo suelen emplearse para tratar la incontinencia de esfuerzo, especialmente en mujeres. En este procedimiento se coloca un cabestrillo de tejido, también denominado malla, debajo de la uretra para ayudar a cerrarla y que no se produzcan pérdidas. Los cabestrillos pueden estar hechos de distintos materiales y se pueden adherir al cuerpo de varias formas. Normalmente, esta intervención se lleva a cabo en un hospital o en un centro de salud y no necesita anestesia general. La mayor parte de los pacientes se recupera en cuestión de dos semanas.
Los procedimientos de cabestrillo también pueden utilizarse en hombres, aunque su aplicación es más reciente y se están realizando estudios destinados a demostrar su eficacia en un número significativo de pacientes.
Como siempre, es importante que hables detenidamente con tu médico sobre este tratamiento. Existen diversas opiniones en torno a este procedimiento, ya que algunas personas opinan que no es realmente efectivo y que puede tener efectos secundarios no deseados. A día de hoy, no existe una conclusión clara al respecto.
La suspensión del cuello vesical es otra de las cirugías que suele emplearse para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo. Existen muchas formas, más o menos invasivas, de llevar a cabo este procedimiento. El objetivo es elevar la vejiga y evitar su caída, lo cual puede representar un alivio de los síntomas a largo plazo para muchos pacientes. Durante la consulta con el cirujano, te aconsejarán si en tu caso es mejor hacerlo por laparoscopia (que deja unas pequeñas cicatrices), o como suspensión retropúbica, procedimiento de Burch o colposuspensión.
La resección transuretral de la próstata (RTUP) es una cirugía recomendada para las personas con hiperplasia benigna de próstata (HBP) y consiste en recortar una pequeña parte de la próstata. Los pacientes con HBP suelen sufrir incontinencia, especialmente de urgencia, por lo que la RTUP puede ser una buena opción de tratamiento. En general, se piensa que los beneficios que aporta son mucho más significativos que los efectos secundarios. De todas formas, te recomendamos que hables detenidamente sobre el tema con tu médico para decidir si este es el mejor tratamiento para ti.
El esfínter urinario artificial es un tratamiento dirigido a hombres con cáncer de próstata que hayan tenido que someterse a una prostatectomía radical. Ya de por sí la prostatectomía suele generar problemas de incontinencia debido a los daños producidos en el esfínter urinario. El esfínter urinario artificial se coloca debajo de la uretra para mantenerla cerrada. También se puede insertar una válvula debajo de la piel que puedes presionar cuando necesites ir al baño: de esta forma, el anillo se ensancha y la orina puede fluir.
Las técnicas ProACT también están dirigidas a hombres con cáncer de próstata que hayan tenido que someterse a una prostatectomía radical. Están diseñadas para ayudar a tratar la incontinencia de esfuerzo mediante la implantación de un balón debajo del cuello de la vejiga que ayude a levantarla. Este procedimiento no es tan invasivo como otras cirugías, y el globo se puede hinchar y deshinchar a través de un dispositivo implantado bajo la piel. Estos procedimientos tienen una tasa de éxito elevada.
La esfinteroplastia es una cirugía destinada a reparar un esfínter dañado. El procedimiento consiste en retirar la parte afectada y volver a coser el esfínter. Para fortalecer la zona, se extrae un trocito de músculo del muslo y se coloca alrededor del esfínter. Si fuera necesario, se podría insertar un balón inflable (denominado esfínter anal artificial) que se desinfla a través de una bomba en el momento de ir al baño. Esta se coloca bajo la piel de los labios mayores en las mujeres, y bajo la piel del escroto en los hombres.
La cirugía de prolapso rectal se utiliza para elevar un recto caído y devolverlo a su lugar original. El cirujano cose el recto en la posición correspondiente y, si fuera necesario, repara los músculos dañados que originaron el problema en un primer momento.
La hemorroidectomía es una cirugía empleada para eliminar las hemorroides que evitan que el esfínter anal se cierre correctamente. El cirujano emplea un láser, un cauterizador o un bisturí para llevar a cabo la operación.
La colostomía es una cirugía destinada a tratar casos graves de incontinencia y se recurre a ella cuando el resto de tratamientos no han resultado efectivos. Al considerarse una opción más drástica y radical, es muy necesario consultar en profundidad con un médico antes de tomar ninguna decisión. Este procedimiento consiste en que el cirujano cierra el recto y desvía las heces a una bolsa externa.
¿Dónde puedo buscar más información?
La mayor parte de las cirugías se llevan a cabo en hospitales o centros ambulatorios. Según el sistema de salud de tu país, lo más probable es que te remitan a una consulta con un cirujano que te pueda recomendar el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades.
Asegúrate de preguntar sobre los posibles efectos secundarios de la cirugía para que puedas decidir qué opción prefieres. En el caso de las mujeres, es especialmente importante consultar con un médico en caso de que estén embarazadas o tengan pensado estarlo en un futuro, dado que algunas cirugías para tratar la incontinencia pueden perder su funcionalidad debido al parto.
Referencias
European Guidelines on Urinary Incontinence, Internet, (2018, citado el 18 de agosto de 2020). Disponible en:https://wfip.org/european-guidelines-on-urinary-incontinence/.
Bladder Control Problems (Urinary Incontinence), Internet. (2018, citado el 18 de agosto de 2020). Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/urologic-diseases/bladder-control-problems/treatment.
Stress Incontinence in Women: Should I have surgery?, Internet, (2020, citado el 16 de junio de 2020). Disponible en: https://myhealth.alberta.ca/health/pages/conditions.aspx?Hwid=aa137467.
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