Este tipo de incontinencia intestinal puede estar causada por una falta de sensibilidad en el recto que impide que el cuerpo se dé cuenta de que el intestino está lleno y de que necesitas ir al baño. Existen muchos motivos para ello, pero a menudo se debe al resultado de frecuentes episodios de diarrea o estreñimiento.

• Estreñimiento: Como el estreñimiento puede endurecer y resecar las heces y dificultar su expulsión es posible que se incremente la presión sobre las paredes del recto, dando lugar a lesiones en los nervios encargados de controlar los movimientos del intestino. Esto, aunque suene contradictorio, resulta en un aumento de la posibilidad de sufrir pérdidas cuando las heces sean más líquidas.
• Diarrea: La relación con la incontinencia pasiva es probablemente más clara en este caso. Es más difícil controlar las heces blandas cuando se sufre de diarrea crónica, lo que puede llevar a la sensación de que el intestino va por su cuenta.

Por supuesto, existen otras causas más específicas para la incontinencia pasiva. Por ello, tu médico es la persona más indicada para evaluar tus síntomas y darte un diagnóstico adecuado. Si te preocupa hablar de las pérdidas fecales, consulta nuestra guía «¿Cómo puedo obtener ayuda?».